
Tengo una relación muy especial con la abundancia y todo el que me conoce lo sabe, sin embargo, no siempre fue así.
Vengo de un hogar donde los primeros 15 años de mi vida fueron normales y estables. Sin embargo, cuando iba a cumplir los 16, mi papá tuvo un revés económico y todo cambió para mí.
Y los “no podemos gastar en eso” no se trataban de prioridades atendiendo a planes futuros, sino que de repente los “no” tenían que ver con supervivencia: no sabíamos si tendríamos suficiente para llegar a fin de mes.
Así que mi historia cambió de estabilidad económica a incertidumbre total. Por lo tanto, yo me convertí en alguien cuya existencia giraba en torno a la escasez. Pensar en gastar me aterraba y cualquier cosa que implicara cambios en mi vida, me generaba una ansiedad de locos.
Sin embargo, hace unos años estaba en mi antiguo trabajo sintiéndome miserable, sin recursos, miedosa y desprovista de bendiciones y tuve un "aha moment". Me dije a mí misma: "Si tener esta mentalidad de miedo y escasez no me ha ayudado, vamos a cambiar por una de abundancia y prosperidad a ver qué tal. No tengo nada que perder”
Ese día me puse manos a la obra y busqué toda la información posible sobre la abundancia, Visualizaciones, lecturas ¡TODO! Y a partir de ahí, comencé un camino de cambios que se fueron reflejando de adentro hacia afuera.

Aquí un resumen de lo que he ido aprendiendo:
PLANIFICA TU ABUNDANCIA: Siempre se puede comenzar a crear una vida de abundancia y prosperidad. Solo hay que decidirlo como si decidieras bajar de peso o comprar un carro. Crea un plan.
CULTIVA TU ABUNDANCIA: Si siempre hablas de lo que te falta, te seguirán faltando cosas. En cambio, si te enfocas en lo que tienes, lo agradeces de corazón, abres un mundo de posibilidades para ti.
CREE EN LOS MILAGROS: Así, en mayúscula. La capacidad que tiene la vida de sorprendernos de manera maravillosa, es inagotable ¿No te ha pasado que tienes una reunión para la que no estás list@ y sin previo aviso, se cancela? O que de repente no tenías dinero para comprar algo que necesitabas y, de alguna manera, lo consigues sin tener claro de cómo pasó. Así son los milagros y pasan cuando estamos conectados con la providencia divina, con la capacidad de aceptar que todo estará bien.
INTEGRA EL ENTUSIASMO EN TU VIDA: Cuando te quejas del proceso, pierdes de vista los aprendizajes y puede ser, que ahí oculto, esté tu regalo. Es importante entender que los regalos que la vida nos tiene no siempre vienen envueltos. A veces están ocultos bajo una capa de situaciones que no controlamos pero cuando trabajamos con fe podemos aprender muchas cosas.
¿No sabes cocinar? Busca recetas que te entusiasmen. Piensa en el sabor, lo que será sorprender a tu familia ¿Tienes que fregar? Pon música; Baila, Canta, enfócate en ponerle tu mejor sonrisa al proceso y verás los resultados.
ENAMÓRATE DEL ENTUSIASMO: Úsalo como mantra. Entusiásmate por todo lo que te rete. No hay nadie que maneje una vida abundante que sea pesimista y que haga las cosas sin amor. Nadie. Abundancia es un mindset, un estilo de vida, Así que entusiasmarnos por lo que aprendemos, por lo que logramos, por lo que podemos ir haciendo para mejorar nuestra vida, es parte vital de lo que requerimos para aumentar nuestra vibración o, dicho de otro modo, para mostrarle a nuestra providencia que estamos en sintonía para recibir.
APRENDE A PEDIR: Quieres algo, pídelo al universo o a Dios (dependiendo de tus creencias) y suelta. No condiciones lo que Dios te puede dar. No pienses que le pides mucho. No te sientas mal por pedir. Pide, lo que quieras, con el corazón confiado y déjalo en sus manos. Sin complicaciones.
A veces solo pedimos dinero o salud, yo lo pido TODO. Dios me lo da todo, porque él lo tiene todo. Yo pido todo, TODO EL TIEMPO. Lo que no tengo o no lo he pedido o no me conviene. Tan simple como eso.
APRENDE A RECIBIR: De nada te sirve querer algo, si cuando eso aparece no abres tus manos para que te entreguen el regalo. Si te encuentras dinero, recógelo. Si alguien te da un cumplido, agradécelo. Si alguien te da un regalo, recíbelo y, sobre todo, siente a la providencia manifestándose en tu vida. No tienes que hacerle un regalo para atrás a la otra persona, ni decirle un cumplido por compromiso. Recíbelo y solo si sientes que quieres compartir algo tú, entonces lo haces.
Recibe, recibe, recibe. Acostúmbrate a recibir. Solo así verás abundancia siempre en tu vida.
SUELTA EL CONTROL: “Ahí está el príncipe que me pediste, le dijo el mago a la princesa” y ella le respondió: "¿Estás seguro de que es el tipo de azul correcto?” Este micro cuento se parece muchas veces a nosotros, queremos lo que queremos, como lo queremos y aunque no se trata de que nos conformemos, se trata de que seamos capaces de ver las bendiciones de Dios como llegan a nuestra vida. Puede que el tono de azul correcto sea parte de lo que vivirá contigo, pero si lo rechazas solo por eso, no tendrás ni una cosa ni lo otro.
CONFÍA: ¿Tienes un sueño? Pídelo a Dios y confía ¿Tienes un miedo? Entrégalo a Dios y confía ¿Tienes una meta? Particípale a Dios y confía. Todo se coloca en su justo lugar cuando confiamos.
UN PASO A LA VEZ, UN DÍA A LA VEZ: Uno de mis grandes regalos a mí misma es dar saltos de fe con mucha frecuencia. Me regalo oportunidades “únicas” con tantas veces como puedo. La verdad es que a veces no sé cómo voy a terminar algo o cómo voy a lograrlo. Solo doy el primer paso y las demás cosas se acomodan en su lugar. Así he viajado y logrado metas, porque mi tarea es dar ese primer paso y entonces las cosas pasan para mí.
INVIERTE EN TI: Si tienes hambre y andas con dinero para comer, hazlo. Si tienes una meta y tienes el dinero para ponerla a producir, hazlo. No te hablo de malgastar, te hablo de invertir.
Cuando NO invertimos en nosotros nadie más lo hace. Así que tu primera responsabilidad es ser tu primer soci@ inversionista sin culpas y sin miedos. Recuerda las veces que hiciste de ti una prioridad y , aunque no sabías de dónde saldrían los recursos, al final llegaron solos. Confía.
RODÉATE DE ABUNDANCIA: Oye música que te eleve, lee libros que te eleven, mira series que te eleven.Usa símbolos que te conecten con la abundancia. Cuando estamos construyendo nuestro camino en abundancia y prosperidad, debemos cuidar con celo nuestra energía y nuestro contenido. Solo así, nos aseguramos de tener la mentalidad que nos llevará a convertirnos en lo que queremos ser.
