“La felicidad humana no es tanto el producto de grandes golpes de fortuna que rara vez ocurren, como de pequeños beneficios que obtenemos cada día”. Benjamín Franklin

Todos reconocemos la felicidad cuando la experimentamos. Incluso el término “reconocer” implica que estás identificando algo que ya conocías… en este caso ese sentimiento de plenitud, satisfacción general con tu vida, esa sensación de que la vida es buena y es un regalo estar aquí. La conocemos y reconocemos, pero se nos dificulta definirla. Con la intención de definirla a través de lo que podemos aprender de ella, aquí te comparto tres de las más importantes lecciones para decidir ser feliz cada día.
He sido por naturaleza una persona extremista, o es blanco o negro, todo o nada, obsesión o desinterés total. Con el tiempo, he aprendido que la felicidad, y los sentimientos más duraderos de plenitud y paz, (así como la mayor parte de nuestra vida), sucede en las áreas grises.
Según Google, y encontré que una sencilla imagen en blanco y negro se pueden apreciar hasta 256 tonos de grises diferentes. Imagínate que así mismo es la vida, a veces solo vemos dos lados a cada situación, blanco o negro, sin embargo nos perdemos de las más de doscientas opciones que existen en cada momento, y solo esperan que las veamos.
Los siguientes aprendizajes te ayudarán en la construcción de tu felicidad (un proceso que realmente no termina):
• Busca la “felicidad colateral”
En este caso, el término “felicidad colateral” es inspirado en la película “Belleza Colateral”, donde el actor Will Smith se enfrenta a la muerte de su hija y debe sobreponerse a su profunda depresión para poder salir adelante.
Buscar la felicidad colateral significa ejercer la resiliencia en el momento más difícil, es identificar en una situación adversa los elementos de felicidad o las oportunidades de experimentar pensamientos y emociones positivas.
• Persigue tu propósito
Cuando conoces tu propósito, el “para qué” de todo lo que haces y eres, la vida tiene sentido y te comprometes contigo mismo y tu mejor versión.
Ha llegado la hora de bajarte de las gradas al campo, y empezar a jugar. Si te quedas ahí arriba, es probable que un día te levantes lamentando no haberlo intentado.
• Trasciende
Dice un proverbio chino: “Si quieres ser feliz una hora, duerme la siesta. Si quieres ser feliz un día, ve a pescar. Si quieres ser feliz un año, hereda una fortuna. Si quieres ser feliz toda la vida, ayuda al prójimo”.
A esto hacen referencia los tres tipos de vida que Martin Seligman identifica, donde cada ser humano decide llevar una:
1. Una vida placentera: es una en la que a menudo sientes emociones positivas, y de manera cotidiana disfrutas de placeres y alegrías.
2. Una vida de compromiso: una en la que experimentas el “fluir” y te sientes en un estado de plenitud. En esta vida el trabajo, tus hijos, el amor, el tiempo libre… es lo más importante.
3. Una vida significativa: En este tipo de vida te sientes lleno de sentido y propósito, es en la cual conoces y utilizas tus fortalezas y competencias, y decides trascender en todo lo que haces.
Aplica estas lecciones y esfuérzate cada día en crear una realidad que te haga sentir feliz contigo mismo. Recuerda, como dice Maxim Gorky, “La felicidad siempre parece pequeña cuando usted la tiene en sus manos, pero póngala en libertad y de pronto se dará cuenta de lo grande y preciosa que es”.
- Ivanna