
Sí la palabra presupuesto llega a tu vista otra vez pero esta vez para quedarse.
El fin de un presupuesto es que sepas qué va a pasar con tus ingresos antes de que lleguen a tus manos. Que puedas establecer metas en plazos superiores a un mes y que esto te oriente, a su vez, a tener calidad de vida gracias a cómo gestionas tu dinero.
¿Cómo nace la necesidad de un presupuesto funcional?
Al igual que tú, atravesé por libros, talleres, conferencias para poner orden en mis finanzas personales y encontrar esa solución definitiva para tener un método para manejar el dinero. Por fortuna, pues mi optimismo me ha acompañado siempre, no lo encontré, no logré esa fórmula perfecta así que tuve que armarla a mi propio estilo.
Creé algo que fuese funcional para mí y que no estuviese atado a porcentajes fríamente calculados por terceros que no hacían sentido en mi cabeza, en mi vida. Fui viendo cada parte de mi presupuesto, perfeccionándolo, simplificándolo y buscándole el sentido que guardaba con mi desarrollo y crecimiento personal y profesional. Integré conocimientos de distintas fuentes fuera del mundo financiero y las fui ajustando a lo que terminó siendo mi obra maestra. Un presupuesto funcional y que con gran gusto seguía y actualizaba fielmente, no solo por mi gusto por las finanzas sino por todo el sentido que había en cada cifra que allí estaba.
¿Funcionará para mí?
Mientras llevaba mi estilo de vida sustentado en un presupuesto, identificaba casos de personas cercanas y cómo yo había solucionado ese mismo problema. Esto llevó a que varias personas me pidieran que les ayudara a organizarse y, con gusto, nos sentábamos largas horas a poner forma a sus finanzas. Era pasar mi modelo y acomodarlo al estilo de quien lo usaría, personalizarlo.
Años después, fui viendo la posibilidad de ayudar a más personas y aunque me desenvolvía como contadora, apoyaba a personas que llegaban con la necesidad y ganaba dinero por ello. Nada mal para estimular mis ingresos.
Eventualmente, se fue transformando en un sistema que hoy lleva el nombre de ProMoney y que ya ha ayudado a decenas de personas a ponerle sentido a su estructura financiera y cientos más han iniciado el mismo camino a través de nuestro libro y de programas colectivos e individuales.
¿Cómo creo un presupuesto funcional a través de este sistema?
Tener una guía y darle sentido a cada parte de tu presupuesto es la base para hacer que éste sea funcional. Cada monto que sale de tu presupuesto está supuesto a ser una inversión. Una inversión en calidad de vida, en felicidad, en crecimiento personal y profesional, en experiencias que nos acercan a nuestra esencia humana. Una inversión en cosas que, nunca nos restan, sino que nos suman sustancialmente.
Manos a la obra.
Utiliza papel y lápiz o haz una nota digital
Antes de entrar en la dinámica de organizar tu presupuesto, debes entender qué significado tiene el dinero en tu vida, cuál es su valor y qué quieres lograr con éste. Entendiendo esto tendremos un objetivo fundamental de por qué aumentar y automatizar nuestros ingresos lejos de ser una acumulación de riqueza sin propósito.
Te dejo ahora puntos que son de gran relevancia para lograr un presupuesto funcional:
Revisa tus metas, tus sueños, lo que deseas tener previsto por asuntos inesperados o esperados y lo que estos suponen en términos económicos. Ponle un monto a eso que deseas adquirir, sea una bien, un servicio, una experiencia.
Haz una pausa en tu rutina y detente a ver aquello en lo que pones tu dinero. ¿Es una inversión o un desperdicio? ¿Te aporta o te resta? ¿Lo usas o no? Y éstas preguntas las puedes extender a todo lo que haces con el dinero pues cada vez que pagamos por algo, lo que recibimos a cambio debe ser sustancial, sin empeorar el monto que represente.
Pon atención en esos montos que salen de tu presupuesto en periodos bimensuales, semestrales, anuales o cualquiera que fuese el formato distinto al mensual. Éstos suelen impactar tu presupuesto de ese mes cuando podrías prever esta alteración realizando reservas.
De la misma forma en que has evaluado el valor que cada monto que liberas trae a tu vida, fíjate ahora ¿cómo aportas tú a tu comunidad, a tu entorno? ¿ofreces un bien o servicio que agrega calidad de vida a tus clientes? ¿ayudas con alguna causa social a la que los planes de gobierno y demás organismos nacionales e internacional no alcanzan? Piensa con qué te identificas y qué pudieses hacer desde tu posición para aportar en la vida de las personas que la viven.
¿Qué estás financiando? ¿Qué te cuesta ese financiamiento? Si es para inversión, ¿superan la ganancia de la inversión a los intereses bancarios?
Que realices estas revisiones son esenciales para que haya funcionalidad en tu presupuesto, que disfrutes ahorrar porque estás caminando a un sueño, a una meta y no que solo estás guardando para tener un ahorro. Que adquieras aquello que te suma y mejore tu existencia, que todo tenga un fin relacionado con tus intereses individuales, aquello que eres y debes mantener.
Cuando logres hacerlo y además sepas qué pasará con tu dinero en períodos de tiempo extensos (meses, año, años), tendrás en tus manos un presupuesto funcional y que te acompañará a alcanzar todo eso que deseas con gran pasión.
Si eres parte de Pretty Busy Club, he preparado una sesión gratis de 15 minutos para las 10 primeras miembros que me contacten al correo. Agenda tu sesión escribiendo a natividad@paulinolara.com
